lunes, 10 de octubre de 2011

Parece que va a llover.

Siempre he creído en la existencia de dos amores. Uno por el que matamos, y otro matante. El que se baila con música movida, y el que lo hace con música lenta. El que se demuestra en las noches, y el que lo hace todos los días. Es tan fácil como diferenciar aquel que se quiere con el cuerpo y la mente, del otro que se quiere con el corazón, y ya es suficiente.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Algo está fallando.

Con el tiempo te das cuenta, de que si estás triste, no es porque te falta alguien. Ese alguien es sutituible, todos lo somos. Nada es eterno, ¿a quién queremos engañar? ¿Siempre? La palabra mentira. Nada es para siempre. Todos acabaremos con el mismo término: muerte. Pero yo no quiero hablar de muerte, de vida, de amor.
Yo quiero hablar del espejo, de tu otro yo. No hacen falta muchos amigos, ni dinero, ni suerte. Te haces falta tú. Tu confianza, tu seguridad, tu autoestima, que no te traicione el subconsciente. Ríe por lo que eres, no llores por lo que no.
Que fácil escribirlo, que difícil cumplirlo.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Si quieres no me contengo y te abrazo y si quieres, solo si quieres, vuelvo a recordar que antes mi ropa olía a ti.

Ahora imagina, por un momento, todo lo que podríamos llegar a hacer, lo que podríamos llegar a ser. Imagina tu mano y la mía, entrelazadas, mientras damos un paseo por la playa, al atardecer. Y como dos locos enamorados, correr hacia el agua, y sumergirnos. Besos con sabor a sal.
Imagina, una tarde lluviosa, una película que me hiciera llorar. Nosotros bajo la manta, sobre el sofá. Y yo escondiendo la cara en tu pecho, porque sabes que odio que me vean llorar.
Imagina bailar sin música. Imagina como sería visitar París a mi lado. Imagínate oír mi voz susurrándote “te quiero” todos los días. Imagina mil locuras, noches en vela, ataques de amor, explorar cada rincón de la felicidad. Mirarme a los ojos cada día.
 ¿Lo imaginas? No necesito que me digas nada. Solo que veas todo lo que te estás perdiendo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Con el vestido más corto que tenga...

Desfasar totalmente. Llegar a tu lado con un contoneo increíble de caderas y sin mirarte ni lo más mínimo. Hoy mando yo y las normas no existen, susurro al pasar por tu lado. Y tú, haciendo que no te importo, haces que no me has visto. Pero una sonrisa se dibujó en tu cara, tal vez pensabas que el vestido me sentaba estupendamente. Me mirabas cuando bailaba con aquel chico tan mono, cuando pedía otra, cuando se escuchaba mi carcajada hasta en la luna. Me viste tan cambiada, tan diferente a la de antes, tan genial, tan tú, que lo único que se te pasaba por la cabeza a lo largo de toda la maldita noche era lo imbécil que habías sido al dejarme escapar. Yo seguí jugando a ser otra persona. Otros se mueren por saber a que saben mis besos, y tú lo sabes.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Que sean eternos.

+ Estás borracho...
- Sí, lo estoy. Y tú preciosa. Pero por la mañana, yo estaré sobrio... Y tú seguirás estando preciosa :)


domingo, 4 de septiembre de 2011

Sígueme.

Arriesgarme, sentir de nuevo, mirar hacia el futuro. No temer. No temer al sentimiento más bonito que existe. Arriesgarme y confiar en que todo puede salir bien, aunque sea una vez. En que no todas las personas van a hacerme daño. Mirarte, y saber que no me estoy equivocando. Que esto tiene que salir bien. Que antes de un siempre, prefiero un principio. Un recorrido junto a ti. Que cuando te miro, sé que no eres como los demás. Que esa sonrisa tiene que seguir alegrándome cada día.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Que nada cambie.

Abres el armario, y en lo primero que te fijas es en esa camiseta. Quizá no es la más bonita, ni la más nueva. No te la pondrías para salir de fiesta y tus amigas nunca te pedirían que se la dejes. Puede ser, pero es tu camiseta preferida. En lo primero que piensas en verla es en que te la quieres poner hoy sí o sí. Pero al sacarla del armario ves que tiene una mancha. Mierda... Habías quedado hoy y te la querías poner. Pero de repente piensas en lavarla, la coges y echas a correr hacia la lavadora. Te cagas en todo, no queda detergente. Piensas en ir rápido al supermercado y comprarlo, te has empeñado en que te la quieres poner hoy y lo harás. Llegas al supermercado y ves que está cerrado por vacaciones. Da igual, vas a otro, aunque esté en la quinta puñeta.
Recorrerías medio mundo para conseguir a ese chico... Digo, camiseta.

domingo, 28 de agosto de 2011

Soñé tocar el cielo sin tener alas.

Me enfrento a la mañana sin haber soñado en toda la noche. Con tiritas y miles de recuerdos rojos en el bolsillo roto de la chaqueta.
Con el corazón en la mano en medio de la calle, el pelo suelto y el humo del cigarrillo desvaneciéndose.
El tráfico matutino y las paradas de bus llenas de desconocidos. De almas rotas en tres.
Empieza a anochecer y yo sin ti.
No lo sé. Raro. Raro y bonito a la vez. Puede que quizá desesperado.
A veces hay días... Que es mejor fumárselos. Y a veces hay noches que es mejor bebérselas.
Fumar y beber, vicios, vicios, vicios, vicios, vicios, vicios, no son más que vicios, mmm... A veces malos vicios pero otras... Buenísimos.
Hoy va a ser un día de vicios, excepto tú.

sábado, 27 de agosto de 2011

Nadie así.

Me mira. Lo miro. Ambos reímos. Es algo común en nosotros. Nos reímos cada segundo. Quizás no reír a carcajadas, pero siempre que nos miramos de reojo, cuando nuestras miradas se cruzan, una sonrisa se asoma de entre sus labios, lo que hace que yo sonría también. Siempre igual. Hablamos, la mitad de veces no decimos más que tonterías, pero siempre acabamos riendo. Cuando permanecemos en silencio, es lo mejor, porque seguimos mirándonos y sonriendo. Y jamás, lo sé, jamás nadie me contagiará una sonrisa tan fácilmente como lo hace él, porque él es diferente, él es único, me hace reír tanto con sus palabras como con su silencio, y eso no es capaz de hacerlo cualquiera.

viernes, 26 de agosto de 2011

Enamorado-Loco

Puedes recordarlo.
Cuando... Nos reíamos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaríamos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdida. O mejor dicho, estás enamorada, lo que, en realidad, es un poco lo mismo...

martes, 23 de agosto de 2011

Y siempre así.

¿Sabes? Me he despertado de 1000 maneras diferentes; con resaca, pensando que es de día cuando es de noche, sin recordar nada de lo de ayer, con una pesadilla, con una camiseta ancha, con un móvil roto, con antojo a chocolate, con el ruido de los petardos, con el móvil de tu hermana, con mis primos chillando, los de telefónica llamando, con el sonido de los pájaros, con la luz del sol, porque me he caido, pensado: ''cómo la lié anoche'' o '' tierra trágame". Con el pie derecho, con el izquierdo, de un salto, con el olor de la comida, con remordimiento, con ganas de terminar el sueño, con legañas, con sed, con hambre, con angustia, con deseo... Pero sin duda alguna la manera que más me gusta es con él al lado y un: "buenos días princesa", sonando por ahí.

domingo, 21 de agosto de 2011

Los besos que perdí por no saber decir “te necesito”.

Y un día, te levantas una mañana y dejas de reconocer lo que te rodea. Es difícil. Parece que te falte el suelo bajo los pies. El camino que conocías, las palabras que sabías, los olores y sabores que hacían que te sintieras protegida... No, ya nada de aquello existe. Te das cuenta de cómo poco a poco todo se ha ido desvaneciendo, tu mundo ya no es el que era, el que conocías, el que manejabas.
Es extraño, te sientes perdida, sola, y nadie puede comprender lo que notas que te está pasando. Y es entonces cuando decides olvidar, deshacerte de ese sentimiento y evadirte de tu realidad. Sí, esa es mi respuesta a tu pregunta diaria de ''¿por qué?''.
Pero, ¿sabes lo peor? Que llegará el momento en que miraré mi vida, la habré visto pasar y me preguntaré dónde estuve todo ese tiempo...

sábado, 20 de agosto de 2011

Aquello que llamamos mundo.

Quiero ser princesa, pero no por los lujosos banquetes y largos vestidos de cola; no por bonitos sapos verdes; no por brillantes joyas y grandes palacios de hermosos colores... No.
Yo quiero ser princesa para luchar por todo aquello que un día me enseñaron a querer; quiero ser princesa para defender sin temor lo que creo hasta la mismísima muerte; quiero ser princesa para alzar afiladas espadas en nombre de un mismo lugar, y luchar por aquello que un día nos fue arrebatado, y gritar por los que tuvieron que callar. Quiero ser princesa y morir entre los escombros de aquellos que un día defendí. Y no morir... No morir entre las estrechas paredes de un lecho para dos.
Porque no habrá vestidos de cola, ni lujosos banquetes, no habrá joyas ni palacios, ni príncipes ni sapos que puedan igualar el dulce sabor de la victoria.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Y no esperará por ti.

Ríes. Lloras. Gritas. Saltas. Cantas. Te enfadas. Sonriés. Enrojeces. Suspiras. Piensas. Y vuelves a llorar. Hasta que te da por pensar que quizá, si ha pasado esto, sería por algo. Al fin y al cabo, todo sucede por una razón, ¿no?
Y entonces te das cuenta. La vida es real. Déjate de soñar y de imaginar cosas que "puedan" pasar. Vive. ¿No dijo alguien eso de Carpe Diem? Tenía toda la razón. Vive el momento, cada segundo que pase no va a volver a repetirse. Por mucho que lo desees, por mucho que mires al pasado y recuerdes, y recuerdes, y lo hagas cada vez más fuerte para intentar que vuelva. No volverá, porque los recuerdos son sólo eso: recuerdos. Así que levántate, ponte guapa, llama a tu gente, sal, diviértete...
Que la vida es hoy.

martes, 16 de agosto de 2011

Las oportunidades marcan tu vida; incluso las que dejas pasar.

Él me prometió un viaje a la Luna, dar vueltas alrededor de las estrellas. Me prometió construir un planeta nuevo, una nave sin tripulante, sin rumbo fijo. Me prometió un día soleado en Marte y también en Júpiter, flores en invierno y nieve en primavera, cambiar las horas, parar el tiempo. Me prometió cosas imposibles y yo le dije:
+ Pero... Yo no quiero todo eso.
- ¿Por qué no?
+ ¿Un viaje a la Luna? La Luna ya es testigo de todas las noches junto a ti. ¿Dar vueltas alrededor de las estrellas? Me conformo con dar vueltas viéndolas en el cielo. ¿Un planeta nuevo? Pero si en este tengo todo lo que necesito. ¿Una nave sin tripulante? Lo de la nave vale, pero quiero que mi tripulante seas tú. ¿Días soleados? Siempre los tengo cuando estoy contigo. ¿Flores en invierno y nieve en primavera? No hace falta. ¿Parar el tiempo? Pero si junto a ti el tiempo se para, y mi corazón acelera.

lunes, 15 de agosto de 2011

Prefiero mil veces la imperfección.

No soy perfecta, lo sé, pero tampoco lo intento. ¿La perfección? simplemente no la veo perfecta, es aburrida y con eso deja de ser perfecta. ¿Una vida perfecta? No gracias, no la quiero, no tendría nada que mejorar, nada que arreglar, no tendría nada de interesante. Caería en la rutina, siempre sabría lo que me esperaría, siempre me saldría lo que quiero, y entonces dejarían de ilusionarme las cosas buenas. Los mejores días y mis momentos perfectos perderían su sentido.
No quiero una vida perfecta, es más, la quiero imperfectísima, quiero despertarme cada día sin saber lo que me espera, con sorpresas, con ilusiones y con desilusiones.
Quiero esa vida, quiero una vida de verdad.

domingo, 14 de agosto de 2011

Podrías hacerlo mejor.

- ¡Cupido! ¡Tenemos que hablar!
~ ¿Sobre qué?
- Sobre tu puntería.

Lo será.

Todo el mundo necesita tener algo en que creer. Algún motivo para apagar el despertador y no seguir tirado en la cama. Me reconforta saber que he llegado a encontrar cientos de motivos, que a la vez podrían ser ninguno, ya que no me apoyo en la exactitud de ninguna razón bien definida que le dé significado a esta sucesión de instantes que llamamos vida, sino en la certeza de que esa razón existe y está allá afuera; una, o dos o tres, o cientos de ellas, cosas que merecen la pena ser vistas e imaginadas, ser tocadas, ser. Creo que cuando más sentido podemos hallar es cuando no tenemos ninguno y abarcamos la posibilidad de que haya infinidad de ellos a la vez, cuando hay montones de miradas y ninguna es la correcta, cuando oyes distintas frases y ninguna es la que esperabas escuchar, incluso te alegra saber que esas palabras están aún por llegar. Cuando pasan las horas y sonríes, y no pasa nada especial pero es justamente esto lo que hace que lo vulgar se convierta en hermoso, cuando aún no hay nada y el tremendo vacío es tan hondo que te mastica las entrañas y las despedaza. Entonces, justo entonces, es cuando menos vacío hay en realidad, pues te alimentas con la incertidumbre de que, quizás, todo sea posible. Cualquier cosa.

domingo, 7 de agosto de 2011

No sabría decírtelo.

Sí, puede que tal vez me haya cansado. Quizá me haya cansado de desilusiones, quizá de soñar despierta o de mirar el móvil cinco veces cada vez que me despierto en mitad de la noche. Y quizá también me haya cansado de esconder mis sentimientos, de fingir que todo da igual. Me he dado cuenta de lo mucho que dudo de ti, tendrías que saber la cantidad de pensamientos que se entrecruzan nublando lo que un día pensé que era tan cierto, tan sumamente tangible. Se ha abierto una brecha de escepticismo por mi parte. No sé decirte si estoy defraudada o hasta que punto me estoy dejando de creer ciertas cosas que pensaba que eran verdad. No sé si he perdido la ilusión contigo o que simplemente no la tenía o no era tanta como imaginaba, de cualquier modo, hoy por hoy no sé qué decirte. Sólo te pido que no me hagas daño, que ya no tengo fuerzas ni ánimo para combatir en batallas perdidas.

sábado, 6 de agosto de 2011

Que no acabe.

No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni siquiera yo. Si tienes un sueño, debes conservarlo. Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos.

viernes, 5 de agosto de 2011

Hazlo. Es divertido.

Ahora pienso un momento. Hago memoria. Lo pienso bien. Y llego a la conclusión de que es gracioso. Sí. Gracioso. Resulta gracioso todo lo que antes parecía importante. Todo lo que ahora ya no es importante. No sé. Me acuerdo de momentos. De tantas cosas. Echo un vistazo atrás. Recopilo momentos pasados. Y vuelvo a reírme. Es gracioso como ahora analizándolo me río de todas aquellas veces en las que pensé que el mundo se me venía encima y el miedo me comía hasta devorarme enterita. Y lloré. Y me creía incapaz de seguir adelante. Y estoy aquí. ESTOY AQUÍ. Sigo aquí pretendiendo seguir aquí. Es eso lo más importante, ¿no? Seguir aquí y QUERER seguir estando aquí. Porque debo continuar hacia adelante. No creo que sea útil volver al pasado constantemente para recuperar lo perdido. Lo perdido, perdido está. Y no hay más. No sé joder. Engañaría si dijese qué sé lo que es la vida. Pero al menos creo que debemos seguir hacia delante…

jueves, 4 de agosto de 2011

Es lo que hoy quiero.

Abrir la ventana y gritarle al mundo que le quieres. Escribir un mensaje en una botella y lanzarlo al mar. Susurrarle al oído que es lo mejor que te ha podido pasar. Ir por la calle y chillar de felicidad. Tener la sensación de que vas a reventar de amor. Pensar en... no, no pensar, no tener tiempo para pensar. Quererle hasta dolerte. Tumbarte en la caliente arena después de tirarte al agua, revolcarte y que te de igual, porque eres feliz, extremadamente feliz. Cantar delante del espejo con la música a tope y una coreografía improvisada.
Ser feliz y tener la esperanza de que nada ni nadie va a cambiarlo.

domingo, 31 de julio de 2011

Sé que lo harás.

Búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme. Búscame cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere. Búscame cuando eches en falta las risas, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos en los malos momentos y las locuras. Búscame cuando necesites alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles. Búscame cuando necesites que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa, lo bien que lo haces y lo guapo que estás cuando te concentras. Búscame cuando mires el móvil esperando una llamada que ya no llega, cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente, cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y al girarte esperes que sea yo. Búscame cuando necesites cerillas para encender lo que se ha apagado, cuando mis ojos ya no te pidan guerra, cuando las discusiones sean aburridas y los días rutinarios. Búscame cuando las canciones carezcan de significado. Búscame cuando recuerdes los buenos momentos y te arrepientas de no tenerlos ahora. Búscame cuando tú ego necesite que le supliquen desesperadamente cariño, pero sobre todo cuando quieras suplicarlo tú.

¿Celos?

¿Hablamos de celos? Vale, pues empezaré a decirte a todo lo que soy celosa:
Soy celosa al aire por rozar cada mañana tu cara, tu pelo; soy celosa del agua que roza tu piel; soy celosa al sol por alumbrarte cada día; soy celosa de las sábanas de tu cama por rozar tu piel cada noche; soy celosa de la noche por acompañarte mientras que duermes; soy celosa de la mirada de mucha gente por poder observarte cada día; soy celosa de las teclas del teclado por cada vez que te tocan al escribir cualquier palabra; soy celosa de todo el mundo que te observa todos los días. Soy celosa de todo eso y más porque me importas. Tengo envidia a toda esa gente que puede estar día tras día contigo y compartir contigo los mejores momentos de tu vida.

viernes, 29 de julio de 2011

Y es que no sé nada.

Sé tan poquito de la vida, y lo poquito que sé es de errores. De esos que me prometo que nunca más cometeré, y cometo siempre. Sé tan poquito del mundo, de los lugares, del hambre, de la pobreza, tan poquito. Que me creo cualquier cosa que pueda salir en las noticias, o en los periódicos de todos los días. Sé tan poquito de la ciencia. Del movimiento de los planetas, de la química cuántica, y de todas esas cosas que llevan números. Sé poquito de las calles, y de las aceras de las grandes ciudades. De los puentes que cruzan grandes mares, sé tan poquito. Conozco bien las cuatro paredes de este barrio, cada rincón que esconde alguna historia de amor, algún enfado, celos, bromas, algún beso, rincones de secretos... Que se quedarán ahí por siempre.
Conozco el dolor, y la horrible sensación de echar de menos. Lo bonito de los abrazos y lo triste que te sientes cuando te faltan; los besos y su sabor, y su calor... Conozco bien este cielo que algún día veré desde algún otro lugar, tal vez lejano, cerca de alguien. En lo alto de alguna torre, o de algún puente, de esos que tan poquito conozco. Sé del mar. Y de la tranquilidad que me ofrece, del descanso y las ansias de vida que me da mirar y no saber donde acaba, y no encontrar su fin. Conozco la amistad. La confidencialidad, y la fidelidad. Sé algo de la sinceridad y del cariño, conozco el amor de madre, y la emoción de cuando un bebé aprieta tus dedos. Sé de las sonrisas y la felicidad, y es cierto que es la chispa necesaria para cada día.
Sé qué es caerse y sentir que no puedes levantarte. Pero también sé que si hoy estoy escribiendo esto es porque ya más de una vez me he caído, y más de dos me he levantado. Y seguiré haciéndolo, porque aún hay alguien que confía y sabe que puedo levantarme aún cuando no tengo fuerza. Porque aún, creo en mí misma.

domingo, 17 de julio de 2011

Se me da bien.

Y a pesar de todo he vuelto. Me faltaban las ganas de venir aquí y dejar todo lo que quiero allí, pero nada dura eternamente, y esto no iba a ser menos. Y ahora no sé qué quiero. Ni si quiera sé lo que está pasando. Cada vez entiendo menos. Miento; lo entiendo todo de una manera horriblemente clara, pero no me gusta aceptar lo que no quiero. Supongo que eso es lo que pasa ahora, y lo que ha pasado siempre. Odio estas situaciones, de verdad que las odio; pero supongo que le odio más a él.
No quiero pensar más. Lo tenga que pasar, que pase, y punto. Lo aceptaré, aunque no me guste. Y sonreiré, como siempre hago.

jueves, 30 de junio de 2011

Verle, una vez más.

Voy a echarte de menos. Pero don't worry baby, prometo volver y estar contigo todo el tiempo que quieras.
No sé cómo irá esto. He pasado por esto, ya, ya lo sé. Pero no es lo mismo. Nunca es lo mismo. Nunca sientes una misma cosa dos veces. Por eso es por lo que... estoy nerviosa. Sí, quizá sea eso. Porque no sé qué va a pasar. En fin, tampoco me gustaría saberlo. Si no, no habría nada. Qué sencillo y complicado a la vez. Sólo quiero que llegue ya.

sábado, 25 de junio de 2011

No te dejes engañar.

Porque a lo mejor, ser feliz no es sonreír a todas horas. Vivir al límite, no es no acordarte a la mañana siguiente. Soñar, no es no despertar y ver la realidad. Un rollo, no siempre es un "aquí te pillo, aquí te mato". Porque a lo mejor, beber no es emborracharse y respirar no siempre es necesario.
Que todo depende de cómo lo mires.
Subir la cuesta de enero, no es escalar una montaña. Buscar a la persona indicada, no es probar miles de bocas. Sentir cosas nuevas, no es visitar distintas camas. Sonreír y que te sonrían, no tiene por qué ser sincero. Hacer ejercicio, no siempre es síntoma de un complejo escondido. Querer, no siempre duele. Querer, no siempre es bonito. El amor, es fácil de fingir.

viernes, 24 de junio de 2011

Es suya.

- ¿Sabes que tienes seis sonrisas?
~ ¿Qué?
- Sí, una cuando algo te hace reír de verdad, otra cuando te ríes sólo por cortesía; la tercera es de cuando te sientes incómoda, otra cuando te ríes de ti misma; la quinta es de cuando algo te sorprende.
~ ¿Y la sexta?
- Cuando piensas en mí.

miércoles, 22 de junio de 2011

Uno de esos.

Un ruido de silla que se mueve, como si la hubiesen empujado. Después silencio. Ese silencio pleno. El silencio de los besos. Ese que habla de sueños y fábulas, de tesoros escondidos. Los más bellos. Y ella lo sabe. Y mientras aprieta con más fuerza la almohada piensa que quizá el amor verdadero sea un amor simple hecho de días juntos, cada cual con sus propios deberes y aficiones. Un amor hecho de risas y bromas, de proyectos que realizarse... Puede que sea preciso viajar antes de saber cuál es la meta adecuada para nosotros. Quizá cada vez que amas sea la primera.

martes, 21 de junio de 2011

viernes, 17 de junio de 2011

Something so beautiful.

Bésame a destiempo, sin piedad y en silencio. Bésame, frena el tiempo, haz crecer lo que siento. Bésame como si el mundo se acabara después y beso a beso pon el cielo al revés. Bésame sin razón, porque quiere el corazón.
Porque cuando tú me besas, cuando enlazas tus dedos con mis dedos, cuando me abrazas, cuando me susurras que me quieres, cuando me miras fijamente esperando un beso... no existe nada más. Y no me importa nada. Absolutamente nada.
Juega con mi sonrisa, aprovéchate de mí. Desliza tu mano por debajo de mi ropa, sabes que no pondré resistencia. Muérdeme, susúrrame al oído, bésame en el cuello, y seré tuya. Cierra los ojos, me gusta verte sonreír. Agárrame fuerte, como si fuésemos uno. Cuándo terminemos, bésame de nuevo. Déjame hacerte cosquillas y morderte. Sonríe mientras me ves alejarme y quiéreme. Y si quieres repetiremos la jugada, cada vez más intensa y por más tiempo.

jueves, 9 de junio de 2011

Así. Sin más.

Voy a comerte la boca a cada milésima de segundo. A clavarte mis pupilas como si fueran chinchetas. Mandaré a mis labios de excursión por tus orejas susurrando palabras sin sonido. Me volveré muda, hablándote con las manos que son las que mejor se entienden. Para el reloj. Me importa una mierda la hora que sea. Si es de día o es de noche, a nosotros no nos afecta. Las estrellas las veremos igual, y el calor del sol nos cocerá a fuego lento. Súbete conmigo a esa montaña rusa donde el ritmo lo marca los latidos de mi pecho. Donde tú y yo lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar. Donde voy a quererte hasta la última letra de tu nombre. Porque eso es lo que me apetece hacer hoy.

domingo, 5 de junio de 2011

No.

Yo no sé si tienes miedo, y si lo tienes no sé a qué es, ni tampoco sé por qué. Pero te prometo que esta vez podría ser diferente a todo. Los miedos hay que dejarlos atrás, con el pasado. Porque el miedo te impide ver.
Te prometo que yo voy a estar contigo, y que no permitiré que el miedo te venza.

jueves, 2 de junio de 2011

Pues eso.

Es mentira que se tenga que estar toda la vida rallado. Claro que tiene que haber días buenos, hombre, como tiene que haber días malos...

martes, 31 de mayo de 2011

Como siempre he hecho.

Creo que es lo mejor. Yo estoy apostando por algo que me importa, que me importa de verdad. No me preguntes ni el como ni el porque, pero cada día aumenta esta sensación que recorre todos y cada uno de los poros de mi piel y me provoca un cosquilleo... Imposible de controlar. Todos los problemas se reducen a uno, todos mis objetivos se reducen a uno, todos mis pensamientos se reducen a uno, el común denominador, y ese eres tú. Sólo necesito un empujoncito, una mirada, una palabra tuya que me de la fuerza suficiente para recorrer mi camino, ese que me lleva hacia ti. Tan solo déjate querer y te darás cuenta de que estoy ahí por ti, que merezco la pena. No te cierres en primeras apariencias, porque creéme, voy a luchar por lo que quiero. Hasta el final.

lunes, 30 de mayo de 2011

¿Cómo no iba a hacerlo?

- Oye, cuídamele ¿eh?
~ Claro, no lo dudes.
- Pero... ¿de verdad, vale?
~ Que sí, que yo te le cuido, de verdad. Te lo prometo.

domingo, 29 de mayo de 2011

Puedo hacerlo.

De verdad. Puedo acostumbrarme a ti, no me supondría ningún esfuerzo, es más, lo haría encantada. A tenerte a mi lado. A esas cosas bonitas. Podría acostumbrarme.

sábado, 28 de mayo de 2011

Siendo sincera...

No sé ni cómo empezar ni cómo seguiré esto. No sé si llegaré a continuarlo, pero si quiero que se quede en el papel. Si algún día olvidara las cosas, podría recordar. Porque realmente no olvidamos nuestros recuerdos, simplemente se esconden, y no los podemos encontrar. ¿Quién no ha querido nunca que le escribieran una novela sobre su vida, o escribirla el mismo? Quizá lo deseamos por ser recordados. El ser humano siempre ha tenido la desgracia de pensar que a lo mejor nuestra razón de estar aquí, no es para nada. Que nacemos y vivimos para morir. Sólo algunos privilegiados tienen el honor de ser recordados, aunque a veces no por largo tiempo. Pero mi pregunta es, ¿sirve realmente para algo que seamos recordados? Teóricamente si estamos muertos, no nos beneficiaremos de ello. Y si eres “famoso” en el presente, tampoco lo veo como algo que al final sirva, porque sólo se quieren meter en tu vida, o quieren algo de ti y te utilizan. Y al final, casi todos, aunque sea en nuestro último segundo, comprenderemos lo que nos atormenta desde el primer soplo de aire.
El ser humano ha sido complejo desde el primer día. Hemos logrado perdonar, pero nunca olvidar. Y siempre me preguntaré hasta el día que lo entienda, ¿por qué no perdonamos? Si el ser humano no es perfecto y comete errores, ¿por qué nunca logramos perdonar aquellos errores si entendemos que tenemos derecho a cometerlos? Nadie es perfecto. ¿Pero cuál es el ideal de ser perfecto? O de otra manera planteada, ¿qué es ser perfecto? Normalmente, opinamos que no existe lo perfecto, que es algo que no llegaremos (nosotros) a conocer, que se escapan de nuestras actitudes (ahora o siempre). Pero, puede que la respuesta esté en frente, que no haya que dar más vueltas al asunto. Las imperfecciones pueden ser las cosas más perfectas que hay. La vida ni es un día ni dos, es un momento. Un momento que se pasa rápido, cada vez más. Recuerdo que cuando era pequeña, 10 minutos eran todo un mundo, y ahora mis 10 minutos no dan para casi nada. Cada vez el día se me pasa más deprisa, incluso cuando estoy de vacaciones y me aburro. Pero pese al poco tiempo, logro encontrar huecos para mi. En esos momentos, es cuando puedo llegar a vivir. Soy de las que suele recordar momentos de mi vida con facilidad, desde los más tristes, hasta los más alegres. Pero, ¿qué es lo que hay que recordar? ¿Momentos que pasaron, que ya se hicieron y de los que ya habíamos pasado? ¿Es eso lo que tenemos que recordar? Para mí, si hay algo que recordar. Es verdad que lo que está hecho, hecho está, y recordándolo, ni lo reviviremos, ni lo cambiaremos. Pero no podemos dejar el pasado para completar el futuro, porque el gran error del ser humano es ese: olvidar el pasado. Y así, sólo se consigue volver a caer en los mismos errores, así nunca se aprende. Creo que, a veces miramos hacia atrás, porque hay momentos que nos sentimos solos. O momentos de los cuales tenemos miedo. Pero, es un camino, y un simple camino, prestándole atención, no es peligroso. La verdad es que, nunca estaremos solos. Ni siquiera muertos lo estaremos. ¿Pero por qué tanto temor? Quizá porque somos una hormiga en una gran tempestad. Una hormiga que puede creer en ciertas cosas, pero no ver todo lo que pasa a su alrededor. Solamente se fijará en su objetivo principal, sin mirar a sus espaldas, porque allí estarán todas las demás, ahí para no dejarle solo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

sábado, 21 de mayo de 2011

Tú. Quizá.

Siempre había oído eso de que las cosas prohibidas suelen hacerse demasiado tentadoras, pero hasta hace poco no había sido realmente consciente. Todos crecemos, cambiamos, y, en algún momento, todos dejamos de ser pequeños niños. Ahora, las tentaciones hacia todo aquello a lo que no se me permite acercarme empiezan a ser demasiado fuertes, atrayentes. Y no me refiero a drogas, ni a tabaco. Ni tan siquiera al alcohol…
Hablo de algo diferente, de otro tipo de droga, de otro tipo de adicción, de una atracción distinta.

jueves, 19 de mayo de 2011

Pues así, señores.

Me han enseñado a perseguir aquello que quiero sin importar la distancia hasta la meta, sin importar los baches del camino y me lo he tomado al pie de la letra. La vida me ha demostrado que todo llega aunque no salgas a buscarlo y que cada segundo de la vida es un regalo que tenemos que aprovechar.
No tengo problema en expresar mis sentimientos, soy muy cariñosa, y muy sensible, cualquier cosa, por pequeña que sea, consigue hundirme. Me cuesta confiar en las personas que entran nuevas en mi vida. Tengo muchos amigos, pero los de verdad, se pueden contar con los dedos de una mano.
Se puede decir que soy algo rencorosa, y cuando cometo un error no me gusta caer en lo mismo varias veces, aunque casi siempre lo hago. Me cuesta horrores pedir perdón, pero cuando lo hago es porque lo siento de verdad.

sábado, 14 de mayo de 2011

El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía.

He venido aquí esta noche porque me he dado cuenta de que quiero pasar el resto de mi vida con alguien. Y quiero que el resto de mi vida empiece ya.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Recuérdalo cuando lo necesites.

Siempre estarás segura de tus actos, no te arrepentirás de nada y seguirás hacia delante pase lo que pase, te den los palos que te den, porque en ese momento te darás cuenta de que esas o esa persona por la que habías apostado no se merecía todo lo que por ella habrías dado. Te darás cuenta que es igual al resto y que no tiene nada de especial como estupidamente habías pensado. Habrás tirado por la borda miles de planes y proposiciones tontamente apostando por ella, incluso habrás hecho verdaderas locuras que al fin y al cabo, no van a servirte para nada.
Y por último verás que lo mejor que podías haber hecho desde un principio era seguir hacia delante sin apuestas y sin reglas; seguir hacia delante con la cabeza bien alta y sin mirar hacia atrás. Así es como verdaderamente te das cuenta de quienes son las personas que llegarán a formar parte del libro de tu vida, las que harán que seas verdaderamente feliz a lo largo de tu vida y gracias a los cuales le quitarás importancia a asuntos que realmente no la tienen porque, como alguien me dijo alguna vez, la felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante.
Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día, y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos... Y eso será donde menos te lo esperas, en el instituto, en el supermercado o en mitad de una huída... Y cuando llegas, descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el comienzo de otro... Y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado, lo que importa es que estás tocando con la llema de los dedos eso que has estado esperando toda tu vida... Y ya solo importa el hoy, el presente, lo que queda por venir, porque no se puede borrar lo que ya está escrito y porque la vida es eso que te sucede mientras tu tratas de hacer otra cosa.

martes, 10 de mayo de 2011

Siempre una razón.

Es imposible, dijo el orgullo.
Es arriesgado, dijo la experiencia.
No tiene sentido, dijo la razón.
Pero intentémoslo, susurró el corazon.

lunes, 9 de mayo de 2011

Que la noche está más cerca.

No quiero un chico normal, no quiero prototipos. Quiero un niño que cada día lo viva como el primero, que no se vaya la ilusión... No quiero un capricho. Quiero que me recuerde cuando huela mi perfume, que para él sea única, pero que pase lo suficiente de mí.
No quiero regalos, quiero detalles. No busco la perfección, me gusta luchar. Quiero noches locas, días en los que escaparnos solos sin preocupaciones. Quiero aventura, pasión. No me gusta la rutina, no me gusta dar explicaciones. Que sólo me diga te quiero cuando lo sienta. Quiero un niño que le guste la fiesta, pero que le haga falta estar conmigo. Me gustan los consejos, pero no que decidan lo que debo hacer.
No quiero que renuncie a los amigos por mí, ni ser su prioridad. Quiero tener algo por lo que luchar, algo por lo que alegrarme, algo por lo que llorar, una excusa para hincharme a galletas y helados. En definitiva, no quiero llegar a la meta, no busco el final, no pienso en el mañana, más cerca está la noche.

domingo, 8 de mayo de 2011

Yo lo hice.

Siempre tuve presente la idea de que cuando algo te importa de verdad tienes que dejarlo ir; si vuelve es porque realmente te pertenece; si no, nunca te perteneció.

sábado, 7 de mayo de 2011

Soñar.

Tiendo a ser obsesiva, muy obsesiva. A veces tímida y bastante inestable. Soy bipolar, a veces dependo de otras personas y casi siempre lucho por lo inalcanzable. Soy de esas que en vez de usar las esquinas, las hinundan. Suelo parecer estúpida. Suelo pensar en frío, en caliente me equivocaría, de echo, no sería nada sin mis propios errores. Sin errores no habría acciones correctas, ni simplemente bien interpretadas. Soy una persona en la que se puede confiar. Suelo dar los sueños por posibles cuando ni siquiera han tenido luz propia. Suelo ser la que accede a más, la que se conforma con poco, y la que si se enamora, se enamora de verdad. La que lleva impaciencia por segundo nombre y la que no deja las ilusiones a mitad de camino. Suelo ser la que arriesga y pierde, con tal de aprender.

martes, 3 de mayo de 2011

Exactamente igual.

Normalmente me contradigo en todos mis escritos. Los que hoy son blancos mañana serán negros. Pero son esas contradicciones las que me hacen especial. No tengo ideales fijos. No tengo sentimientos fijos. Soy cambiante.
Soy igual a todo lo diferente.

sábado, 30 de abril de 2011

IMY.

Podía sentir tus latidos. Y podía oír sutilmente tus suspiros. Y yo eso no lo cambio por nada...


lunes, 25 de abril de 2011

Sueños.

- ¡Oye! ¿Puedes dejar de seguirme?
+ No, no puedo. Lo siento.
- Ah, y eso ¿por qué?
+ Porque mis padres me enseñaron a perseguir mis sueños.

domingo, 24 de abril de 2011

No te fies del reloj.

Cerrando los ojos, se apaga el universo, pequeño telón, para tan inmenso escenario. Te falta algo... ¿Te sientes sola? No importa, pues un corazón grande, se llena con poco.
La soledad comienza, tus ojos se cierran, la soledad comienza. Sufrir es el modo de estar activo sin hacer nada. Emborracharse no sustituye la falta de compañía, pues de soledad te llenas, conforme la botella se vacía. Da igual cervezas que cubatas, beber alcohol no es malo, peor es el agua, que si no la bebes te mata. Dejé de contar ovejas para poder dormir y hoy cuento los defectos que me quiero corregir. ¿Por qué fiarse del reloj si cada vez que lo miras señala una cosa distinta? Intimidad necesitamos todos. Millones de personas en la tierra y todavía hay quien pasea aislado por las calles en pleno día.

jueves, 21 de abril de 2011

Fuera directrices.

Hoy pasan muchas cosas por mi cabeza. Hoy, y todos los días desde hace mucho. O quizá poco, no lo sé. El tiempo ha perdido significado desde que se paró mi reloj.
Te das cuenta de que algo ha cambiado, de que ya no tienes lo que necesitas y más ansías, de que no eres feliz. No como antes. Miras atrás y te das cuenta de todo. Ves las mentiras y te duelen las palabras. Ves que no había nada y mucho, todo a la vez. Y duele tanto que quieres hacerte daño, pero ¿de qué valdría? Te dices. Estás tan dañada por dentro que dudas si podrías sufrir más.
No sé qué es lo correcto. Sinceramente, eso nunca me ha importado, ni me importa ahora. No quiero hacer lo correcto. No quiero que mi vida siga unas directrices. Quiero ser feliz y si en algún momento me equivoco, conllevaré las consecuencias como mejor me salga.
Sacaré mi mejor sonrisa y haré creer al mundo que es de verdad. Como hasta ahora...

lunes, 18 de abril de 2011

Lo más insignificante, tiene su valor.

Aún la recuerdo. Era una niña valiente, sin miedo a nada; reía por todo, le gustaba la buena música y odiaba a las niñatas de hoy en día.
Está sufriendo y, sin embargo, aguanta todo peso que se le eche encima. Aún recuerdo esa sonrisa tonta al hablar de él, y recuerdo también la soltura que él tuvo para hacerla daño. Recuerdo como dejó de respirar mientras me lo contaba, la sensación de ahogo que la producía cada palabra; cómo lloró, se desahogó, gritó y volvió a llorar. Recuerdo que no la dejé esconderse tras su máscara. La dejé que le insultara, que le dañase con todas sus fuerzas en su pensamiento; pero no la dejé llamarle, porque eso la haría más daño al día siguiente.
Recuerdo haberla dicho que el tiempo cura las heridas y cómo su carita de niña se tornó diferente al escuchar esas palabras. Ella mejor que nadie sabe que el tiempo no cura nada, que lo único que cura es encontrar otra razón por la que sonreír día a día.
Por una vez encontró esa razón. Y de pronto, se esfumó.

domingo, 17 de abril de 2011

Paseo.

Puto niño, me tiré todo el día pensando en él. Aagg, que rabia. No me apetecía nada más que conocerle. Bueno ¿y a quién no le gustaría? Cuando quise darme cuenta, estaba sonriendo y me había puesto roja. Aún sonriendo negué con la cabeza. "Lo que puede llegar a conseguir un niñato. Y ni siquiera está aquí." Pensé en lo que sabía de él. El día anterior vi su nombre en la camiseta azul que llevaba. Bueno también tenía un culo precioso. Y unos ojos. . .Y unos labios que madre mía.
Joder, no sabía nada de él. Excepto que me gustaba demasiado.
No estaba planeado que mi paseo estaría dedicado para él. Quería pensar en mis cosas, en aclarar mis ideas, y mira por dónde, estoy pensando en él. ¿Por qué no puedo reprimir ésta absurda sonrisa? ¿De verdad me importa tanto? Quiero pensar que no, porque mañana ya no le veré más. Quizá nunca más. . .
- Hola.
Joder que susto. Me doy la vuelta para ver quién es.
- . . .
"Oh no." Casi se me salen los ojos. Momento de pánico. "¿Y ahora qué?"
- Ho. . .Hola.
Dios, de cerca es muchísimo más guapo.
- ¿Qué tal?
- Bien.- Joder, ¿quién iba a decir qué me le encontraría justo ahora? "Venga, no pierdas los nervios" - ¿Y tú?
- Bien también, gracias. - Me dice sonriendo.
No me lo creo. Que pedazo de sonrisa. "Chaval, me encantas." No, eso mejor no lo digo. Aagg, de nuevo e sa absurda sonrisa aparece en mis labios.
- Bonita sonrisa.
No me puedo imaginar la cara que se me ha quedado al decirme eso. Hacía mucho que no sentía esto. Así que, paso de todo y me dejo llevar. Él empieza a caminar y yo le sigo. No sé porqué ni cuándo lo decido. Pero el caso es que llegamos a una explanada verde. Uno de esos sitios que me encantan. Me coge la mano y me lleva debajo de un árbol. Soy incapaz de pensar en nada. Ahora él ocupa todos mis pensamientos. ¿Ocuparé yo los de él?
- Oye, no sé por dónde empezar. Antes te vi en la fiesta y. . . bueno, quería conocerte.
- ¿Me has seguido?- le pregunto extrañada.
- Más o menos- confiesa mientras sonríe.
- Tu sonrisa si que es bonita. -¿Eso lo he dicho yo? Dios, quiero morirme de vergüenza. Me he vuelto a poner roja. Esto no puede seguir así.
- Hahaha, creo que no tanto como la tuya. ¿Por cierto, cómo has dicho que te llamas?
- No lo he dicho. -Intento reprimir una sonrisa, pero no lo consigo y miro hacia abajo riéndome.
Se ríe conmigo.
- Pues me encantaría que me lo dijeras.
Después se acerca a mí. Lentamente. Me coje de la cintura. Bajo la cabeza mordiéndome el labio inferior.
- Me llamo Lucía.
- Un nombre precioso. -Me dice.
Me coje de la barbilla y me sube la cabeza. Le sonrío. Y me da igual todo. Quiero pensar por una vez en mí. Me lo merezco. Siento como sus brazos, alrededor de mi cintura, me acercan más a él. Y yo le paso los brazos por el cuello.
Y entonces, me besa.

- Te necesito. + ¿A mí y a cúantas más?

sábado, 16 de abril de 2011

El tiempo no cura nada.

¿Qué día es hoy?
Que más da. Sólo es otro día sin él, otro de esos insoportables días sin su sonrisa, sin oír su voz, sin sus abrazos, sin sus miradas...
Sólo es otro día perdido, contando los segundos, minutos, horas, días, meses que faltan para vernos; otro día en que mi pensamiento no está aquí, está allí, con él.
Sólo sirvo para echarte de menos.

viernes, 15 de abril de 2011

Riéte, que la vida es muy puta.

Sabes que las promesas son sólo palabras, y que como tales, se las lleva el viento. Pero por alguna razón, decides volver a confiar. ¿Por qué no? Te preguntas, si ya ha pasado cierto tiempo. Da igual el tiempo que pase. Las promesas no sirven para nada. Así que puedes tragártelas, porque yo no me voy a quedar con ellas, es algo que tengo muy claro.
Mira que he conocido gente, pero nadie como tú. Has jugado a tres bandas. A TRES. Y mientras tú te diviertes, dos personas son las que lo pasan mal. Quizá más una que otra, no te lo voy a negar. Quizá consiste en pensar un poco antes de actuar. Pensar un poco en los demás, quiero decir, no sólo en ti.
Si juegas a tres bandas, dos personas sufren, capullo.

miércoles, 13 de abril de 2011

Imperativo.

Siente. Piensa. Valora. Recapacita. Besa. Duerme. Vive. Brilla. Agradece. Quiere. Sueña. Canta. Grita. Baila. Juega. Ríe. Experimenta. Reacciona. Salta. Mira. Vuela. Dí.

martes, 12 de abril de 2011

Y que me mires...

+ ¿Te digo una cosa?
- Dime.
+ Ahora mismo haría un pacto contigo.
- ¿Ah sí? ¿Cuál?
+ Te lo entregaría todo.
- ¿En serio? ¿A cambio de qué?
+ De que me mirases.

lunes, 11 de abril de 2011

Por favor.

Desearía poder dar marcha atrás en el tiempo y detenerme en vilo en aquel momento. En un mágico y terrible equilibrio. Hace tiempo descubrí que es verdad eso que dicen de que "el amor lo encontrarás en alguien en quien nunca te fijaste, pero que siempre estuvo ahí". Si te soy sincera, al principio no me dí cuenta de nada. Pero el tiempo causa muchos estragos. Poco a poco me doy cuenta de que todos esos pequeños detalles, esas miniedades, quiero hacerlas mías, quiero que sean sólo para mí. Quiero que entiendas que, probablemente, todo eso que tú sientes, lo siento yo también. Pero quizá también me gustaría que entendieras que a veces nos puede el miedo; a ser un juego, a no saber lo que se quiere, a no saber la respuesta del otro, a la gente.
Y quizá procedamos de mundos diferentes como dice la gente. Pero, en realidad, a mí eso me da igual. Ellos eligen su vida, ¿por qué no iba a hacer yo lo mismo? ¿Es que acaso importa lo que digan o lo que piensen? Es a mí a quién le tienen que revolotear mariposas en el estómago, y por tanto yo sabré quién quiero que me las cause.
Es verdad, tienes tus momentos raros. Como en uno de esos sueños en los que no sueñas, suspiré cuando apartaste tu mirada. Llevaba esperándolo demasiado tiempo... Pero me sobraron los miedos e inseguridades. Por eso el que busque en tus palabras una razón para mandarlo todo lejos, para tirar por la ventana el que dirán.
Pero júrame que eres más que un sueño.

domingo, 10 de abril de 2011

I miss you today.

Estoy echando de menos todo eso. El tacto, los gestos, tu fragancia... Tengo guardadas todas tus miradas, todos tus malditos roces, el sonido de tu voz, los besos prohibidos, los abrazos prometidos y el recuerdo de cuando me cogiste la mano y no me quisiste soltar...
Consigues que te odie, por alguna buena razón.

sábado, 9 de abril de 2011

Solo una palabra.

Ya sé que hubieras preferido un beso. Porque yo también.
Y hubiera preferido que me llevaras en la maleta, o al cielo, que sé que lo prefieres. Y no sé si me echas de menos, pero yo a ti sí. Y lo admito, aunque no me guste, porque no sé cómo va a acabar esto. Que sepas que estoy esperándote, y a tus abrazos prometidos también, romántico.

jueves, 7 de abril de 2011

Me encantas.

En realidad, soy transparente. Descubrirías que me gustan los pequeños detalles. Y si abrieras el primer cajón de mi escritorio, entenderías todas aquellas cosas que quedaron por decir, e incluso si te atrevieras a abrir el armario blanco de la cocina, sabrías que me encantan las galletas tostarica. Puede que si cogieras mi reproductor de música entendieras la banda sonora de mi vida, e incluso es probable que si un día miraras la papelera de mi habitación, te asustaras al ver todos los gritos que he callado. Pon el ojo en mi cámara y mira el mundo a mi manera. Ve, coge mi álbum de fotos y sabrás de qué hablo, cuando digo que no podría vivir sin mis recuerdos.
Me encanta andar descalza por casa. El olor del mar y el de un bote de cola cao recién abierto. Dibujar castillos de arena en el aire mientras piso muy fuerte el suelo. No digo todo lo que pienso pero hace tiempo que dejé de pensar todo lo que digo. Me gusta descubrir canciones nuevas, la compañía de alguien y las ciudades nocturnas vistas desde las alturas. Me encanta beber cosas que estén frías por eso del escalofrió que después te recorre hasta los dedos. Buscar miradas entre los ojos de la gente. Me encanta abrir mi caja llena de momentos y que se me ponga la piel de gallina al recordarlos. Coleccionista de instantes que te dejan sin aliento. Me encanta que me regalen una sonrisa.

miércoles, 6 de abril de 2011

No es real. Nada lo es.

¿Alguien ha visto su sonrisa? No, supongo que no. Ni tampoco esa manera de guiñar un ojo. Ni tampoco la cara de cabreado cuando algo le molesta. Ni siquiera han escuchado el sonido de su risa. Supongo que es estúpido. Pero sonreír sólo por escuchar su voz a lo lejos es de lo más ridículo. ¡Ah! Seguro que tampoco se te ha pasado por la cabeza pensar cómo huele... En fin, no tengo nada que decir a eso. Me mata. Porque no te das cuenta de que está ahí y de repente te llega su olor, te giras, le miras y te preguntas qué ha hecho. Supongo que lo de todos los tios. Siempre es igual. Al final lo único que quieres es oler su olor por todas partes, ver su sonrisa en cualquier momento, escuchar su voz dónde sea...

martes, 5 de abril de 2011

Una sonrisa.

Tengo siete millones novecientos treinta y tres mil doscientos veintidós defectos, ocho caras diferentes, mil cambios de humor diarios, ciento sesenta y cinco centímetros de altura, un millón de cicatrices, una mala ostia que lo flipas, cuatro amigos de verdad y una sonrisa de oreja a oreja, provocada por ti.

lunes, 4 de abril de 2011

Si, tú.

+ ¿Puedo preguntarte algo?
- Claro.
+ ¿Yo te dejo sin oxígeno?
- Mira, tú a mí, me dejas sin oxígeno, sin hidrógeno y sin toda la puta tabla periódica.

domingo, 3 de abril de 2011

Nunca me importó.

Hoy pasan muchas cosas por mi cabeza. Hoy, y todos los días desde hace mucho. O quizá poco, no lo sé. El tiempo ha perdido significado desde que se paró mi reloj.
Te das cuenta de que algo ha cambiado, de que ya no tienes lo que necesitas y más ansías, de que no eres feliz. No como antes. Miras atrás y te das cuenta de todo. Ves las mentiras y te duelen las palabras. Ves que no había nada y mucho, todo a la vez. Y duele tanto que quieres hacerte daño, pero ¿de qué valdría? Te dices. Estás tan dañada por dentro que dudas si podrías sufrir más.
No sé qué es lo correcto. Sinceramente, eso nunca me ha importado, ni me importa ahora. No quiero hacer lo correcto. No quiero que mi vida siga unas directrices. Quiero ser feliz y si en algún momento me equivoco, conllevaré las consecuencias como mejor me salga.
Sacaré mi mejor sonrisa y haré creer al mundo que es de verdad. Como hasta ahora...

sábado, 2 de abril de 2011

La tuya.

Son las putas 2 de la mañana. ¿Puedo saber qué haces levantado a estas horas? I mean, yo también lo estoy, vale, pero tengo excusa. Espero que tú la tengas también. Y espero que sea la excusa que quiero oír de tus labios. Sí, estaba pensando en tí. ¡Oh! ¿En serio? ¡No me digas! ¡Yo también...! Bobo. Cuento con tu sonrisa, no lo olvides.

+¿Te molesta que sea feliz?
-No, en absoluto, lo que me molesta es que lo seas sin MI.

jueves, 31 de marzo de 2011

W.

Vamos... No te lo creas tanto. O bueno, ¿por qué no? Hazlo, creételo. Al fin y al cabo es todo verdad.
Me encantas. Con todas las letras. Y además, en mayúsculas. ME ENCANTAS.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Me gusta.

La playa en verano. Ver 5 películas seguidas un sábado por la noche al llegar a casa. El skate, el snow y el surf, aunque no los practique. Andar sola por la calle mientras escucho música. Las fiestas. Ver la tele y navegar por Internet. Tener miedos. Actuar por impulsos, aunque raras veces lo haga. Reír. Estar con mis amigas de verdad. Ser yo misma. Sentir el sol en la piel. Viajar. Escuchar música a todo volúmen. Hablar sola con la tele. Los niños pequeños. El verano. Comer. Sonreír. Llorar mucho tiempo sin parar hasta olvidarme de porqué lloraba. El sentimiento que se tiene después de llorar. El olor a palomitas. El pan caliente. Ir de compras. La ciudad. Las grandes ciudades. Leer revistas. Escuchar el silencio. Comer helados. Tomar el sol. Los vestidos, las gafas de sol, y las sandalias. Dormir. Discutir y tener la razón. Salir por ahí. No tener prejuicios, ni ser hipócrita.

martes, 29 de marzo de 2011

De nuevo él.

- Como me hacía falta esto. ¡Dios, qué de gente! Y que de niños. Rubios, ojos verdes; morenos, ojos azules; morenos, ojos oscuros. Miro a un lado y veo a un niño moreno, pero paso, se ven tantos así. Vale, me suena. ¿Por qué me suena? Me doy la vuelta, pero no está. No me extraña, con tanta gente...
+ ¿Era ella? No la recuerdo así. Antes tenía el pelo más claro y los ojos...menos tristes. ¿Por qué está triste? Igual debería decirla algo. ¿Por qué ha desparecido? Vale, sí, hay mucha gente, pero me da igual, quiero verla. ¡Por fin! Ahí está. Voy a ver por qué está sola.
- ¿Por qué no logro saber quién es ese chico? ¡No me acuerdo! Bah, paso. No me apetece nada, Dios.
+ Me acerco a ella, abrazándola por detrás. "Hola preciosa." Me encanta su olor, su respiración, su tacto... Me encanta ella. "¿Por qué estás sola?" Sigo hablándola al oído y susurrando. Cierro los ojos y me dejo llevar por sus palabras, por ella.
- Ahora sí puedo recordarle. Pero... ¿Por qué no conseguía recordarle? Siempre le he tenido en mis pensamientos. Da igual, será por el tiempo que llevo sin verle. Bueno, aún no le he visto, pero su voz me basta. Es él. Y me abraza. Creo que me pregunta algo, pero no soy capaz de pensar con claridad teniéndole tan cerca. Venga, piensa, contéstale. "Pues... No sé, me apetecía dar un paseo."
+ "¿Y por qué vienes sola?" La echaba de menos, mucho, muchísimo. Creí que no iba a cruzarme más con ella, pero se ve que el mundo es muy pequeño. Y ahora, aquí estoy, con los brazos en su cintura. Sonrío. Me alegro tanto de verla. Ójala pudiera saberlo.
- Me ha hablado otra vez, y he vuelto a no prestar atención a sus palabras, no sé en qué pensar. Vale, céntrate. "Pues, porque a nadie le apetecía salir. Y bueno, no iba a quedarme en casa en un día como este." Me da la vuelta, para que pueda verle, aún con sus manos en mi cintura. Bueno, quizá un poco más abajo. Sonríe. Cómo ha cambiado. Su expresión es diferente. Sus labios sonríen, por fin. Y sus ojos... Sus ojos siguen igual de increíbles que el primer día.
+ ¿Cómo puedes ser que la haya olvidado tanto? Ha cambiado, se la ve madura, y mucho más guapa, si eso es posible. "Pues la próxima vez, llámame si no tienes a nadie con quién quedar." Abre los ojos, bueno, supongo que no se lo esperaba. Me acerco a ella, sólo un poco, sin que apenas se de cuenta.
- ¿Qué le llame la próxima vez? Creo que se ha equivocado de persona. ¡Pero será posible que me lo haya dicho a mí! Sonrío. "Vale... Oye, podrías avisar ante estos repentinos cambios tuyos, eeh." No sé lo que quiere. No sé... Si vuelve a jugar conmigo. Pero me acerco un poco más a él. Su olor...
+ "No te preocupes, no habrá más." Me acerco a ella, y me doy cuenta de que nos hemos estado acercándonos poco a poco los dos. La miro a los ojos, sonreimos.
-" Vale, me alegro de que no vayas a volver a cambiar, porque no sé si lo superaría." Se acerca. No puedo decir que esperaba este momento, pero me está encantando. Cada vez más cerca de él. Feliz.
Y se besan.

lunes, 28 de marzo de 2011

Consiste en luchar.

Dicen, dicen, dicen, hablan sin parar. Dicen que soy superficial. Creen que siempre soy feliz y que mi mayor problema es qué ponerme mañana. También piensan que mi vida es rosa, y que todo es perfecto, y que puedo tener al chico que quiera, y que no necesito esfuerzos. Creen que siempre tengo lo que quiero.
Podéis creer lo que queráis.
Sí tengo sentimientos y no siempre soy tan feliz como parece, tan solo lo intento. Mis problemas van más allá de qué ropa ponerme. Y sí, sí, me he enamorado. Y, creedme, tener al chico que quiera no sirve de nada si él no está. Mi vida no es rosa ni tampoco perfecta, puede que sea una de las más imperfectas del mundo, y no, no tengo todo lo que quiero, pero la diferencia es que yo lucho por ello.

domingo, 27 de marzo de 2011

:)

- Sabes que me gustas. Que te quiero. Solo te pido una cosa.
+ A ver, pequeñita, sorpréndeme.
- Un beso. Solo uno y te dejaré en paz.
*Se besan*
- Esto es lo que quería.
+ ¿Para qué?
- Pues para que veas lo que te pierdes.

sábado, 26 de marzo de 2011

No deberías volver.

-Mira, sé que he sido un estúpido y que no merecías eso, pero, no sé, intenta entenderme...
-¿Que intente entenderte? ¿Y qué te crees? ¿Que no lo he intentado? ¿Que pasé de tí como tú pasaste de mí? ¿Que no me he pasado cientos de días y de noches preguntándome qué había hecho yo mal? Intentaba buscar... Algo. Pero no encontré nada. Hasta ese día que... Bueno, nada.
-No, dime, dime.
-No. Ahora soy yo la que pasa de tí, ¿vale? - le digo. No parece creíble por la cara que pone. Buah, si ni siquiera me lo creo yo...
-Venga, no seas cría.
-¿Qué no sea cría? ¡Pero tú quién te has...!
-Escúchame. Sé que estás enfadada, pero... Hoy he venido a pedirte una segunda oportunidad.
No sé que decir. Sé que tiene razón, y que todos nos merecemos una segunda oportunidad en la vida. Pero, joder, me ha hecho tanto daño.
-¿Para qué? ¿Para volver a dejarme tirada cuando menos me lo espere? Porque no estoy dispuesta a eso.
-No. Te juro que nunca más me iré sin decir nada. Sólo quiero volver a ser lo que antes éramos.
¡Joder y yo! Pero si supieses la angustia que he pasado al verte de la mano de la que fuese... No sabes lo mal que lo pasé.
Me agarra de la barbilla y me obliga a mirarle a los ojos. Antes no me trataba así. Me parece que estamos demasiado cerca.
Y de pronto el corazón se me dispara como no lo hacía en mucho tiempo.
-Una vez me dijiste que volverías, pero hace mucho que dejé de confiar en esa promesa. No imaginaba...
-¿Qué? ¿Qué volvería? Siempre cumplo mis promesas, siempre.
Me resulta muy difícil aguantar esa mirada. Así que alguna vez evito su mirada, pero como me tiene cogida de la cara sólo acierto a ver sus labios. Y entonces tengo que volver a mirarle a los ojos.
-¿Sabes una cosa? - me dice mientras sonríe.
De pronto me empuja para atrás y me pone contra la pared. Noto que baja sus manos hasta mi cintura. Ahora si que estamos
demasiado juntos.
-Te quiero.
Y me besa...

viernes, 25 de marzo de 2011

Vive, por favor.

Algo ahí dentro te dice que la única cosa que nadie puede quitarte son tus recuerdos. Que pase lo que pase, lo que viviste lo viviste. Y es tuyo. Tu vida. Tu historia. No vas a ser tú la que borre sus mejores partes. Algunas igual duelen un poquito. Pero has aprendido que hasta las despedidas pueden ser bonitas. Que hasta en un adiós se puede encontrar un poco de felicidad. Que lo negro también es blanco. Que no hay blanco, sin negro. Sabes que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren. Y no quieres perderte ese viaje. Por eso lloraste de alegría mientras le decías adiós. Y hasta se te escapó la risa. Y querías irte a tomar unas copas después de haber cortado. Porque en ese triste momento, también encontraste la felicidad. Inapropiada, inoportuna, pero felicidad, después de todo. Felicidad por lo que viviste. Felicidad por lo que te llevas. Por lo que recuerdas. Una historia así no puede convertirte en una víctima. Eso sí sería un pecado.
Sabes cómo funcionan los recuerdos. En un momento te sacan una sonrisa y en el otro te clavan un cuchillo. Pero estás dispuesta a vivir con eso, porque sabes que de eso va este juego. Algunos no quieren jugar. No sacan las fichas de casa. Prefieren quedarse ahí, en lo seguro. Pero tú sabes que sólo hay una oportunidad. Y estás dispuesta a darlo todo por la meta. En el manual de instrucciones pone que lo vas a pasar muy mal. Que vas a llorar. Que te vas a sentir estúpida. Que fallarás. Que te partirán el corazón. Que tendrás miedo. Que fallarás otra vez. Que no entenderás nada. Y tu respuesta a todo eso es:
¿Y qué?
Tú vas a vivir una vida real. Quizás duela. Pero no te importa. Porque hay una sola cosa que dolería mucho más: no vivirla.

jueves, 24 de marzo de 2011

Mi Mejor Amiga.

Apóyame cuando lo necesite. Dame la mano cuando tenga miedo. Abrázame cuando me veas llorar. Hazme reír con tus locuras. Dime que me quieres cuando los días no me van bien. Corrígeme las faltas de ortografía cuando te escriba una carte. Regálame chocolate sin que yo te lo pida. Siéntate a mi lado cuando quiera estar sola y sobre todo di que me echas de menos cuando hace sólo 6 minutos que me has visto.
¿Pero qué digo? Si eso, ya lo haces.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Quizá.

Quiero que sea verdad todo lo que dicen. Todo lo que tú dices.
Quiero un día contigo, una noche y, quizá también, una vida. Contigo, de tu mano.

Pero te estás equivocando, ¿es que no te das cuenta? ¡Tia, por favor! Mírate, pareces estúpida. Ya, ya, pero una estúpida ilusionada, lo sé. No te creas que no lo sé. Pero conviene no hacerte tantas ilusiones, creía que ya habías aprendido. ¡Que sí, que ya sé que es difícil! Pero hay que intentarlo... Vale, esté bien, hazte ilusiones. Olvídame... ¡Pero es que puedes ser sólo un juego! Bueno, no lo creo. Él no lo haría. Bah, no le conoces tan bien como para saberlo. Y luego está el hecho de... Bueno, ya sabes del hecho al que me refiero. Eso es odioso. Ya, pero él es tan mono... ¿Has visto como se acercaba a mí a la mínima oportunidad? ¿Y cómo me miraba?... ¡Que no! Que no te engañes. Está bien. Me gusta.
FUCK.

martes, 22 de marzo de 2011

-Dibujar su inicial por todos lados, e incluso en tu mano. Sonreír cuando te habla como si fuera lo más gracioso del mundo y decirle con esa vocecita que es tonto. Obsesionarte con su voz y su increíble sonrisa. Creer que su olor ha de formar parte de cualquier molécula de oxigeno que inspires; que sus pupilas y sus iris van a acabar de trastornarte, porque esos ojos verdes son encantadores. Tararear esa canción porque así te acuerdas de él en todo momento...
+ ¡Eso! Eso es exactamente de lo que te hablo.

lunes, 21 de marzo de 2011

domingo, 20 de marzo de 2011

;)

-Ese cocodrilo ha estado a punto de comerme vivo!

-No lo culpes. Yo he estado a punto de hacerlo varias

veces...

jueves, 17 de marzo de 2011

Estaba pensando en tí.

Me llamas, me invitas a pasar una tarde con los demás. Ni me lo pienso dos veces, cojo un chaqueta y espero impaciente a que me avises. No sé por qué tiemblo... No sé si es la emoción de ver algo nuevo o de volver a verte a tí después de dos semanas largas. No sé, no quiero pensar que sea por lo segundo, aunque por instantes, sí que lo pienso. Me das un toque y quiero hacerte esperar, pero es imposible, imposible de verdad, así que bajo corriendo. Llegas y me recoges, estás tan genial como siempre. Quizá con el pelo un poco más largo, así tal y como me gusta. Me saludas, te pregunto que dónde vamos, y dónde están los otros, y qué vamos a hacer... Lo sé, lo sé, perdona, no te gustan tantas preguntas a la vez. Pero me respondes que es una sorpresa, que no puedes decirme nada. Intento insistirte, pero me conoces, así que me callas y empiezas a hablar. Llegamos, qué bonito parque has elegido. No hay nadie, era esa cita que tanto tiempo llevabas planeando. Empiezas a hablarme, empezamos a hablar de cómo nos ha ido en este tiempo y, después, de cosas más personales. Estaba pensando en acercarme y darte un beso en la mejilla. Todavía no me atreví...
No sabía qué contarte que no te hubiese contado ya. Empiezas a picarme, y lo consigues claro, cómo no. Pero esta vez has hecho  que me cabree de verdad, quizá te hayas pasado un poco. Te grito, me gritas, y me pongo nerviosa. Siempre acabamos así. Con lo bien que iba la tarde. Seguimos gritando durante un rato, estoy a punto de llorar, parece que no te importa... Te insulto, me insultas, me hace daño, intento que no se note, vuelvo a insultarte... Me coges y me besas. Me abrazas. Me dices que nunca volverás a decir esas cosas, que lo sientes, que has sido un estúpido... Cállate y bésame. Con eso te prometo que lo arreglas.
Luego, vinieron un par de caricias inocentes y un par de besos pasados de control. Y, creo que aquí, ya sobran las palabras.

miércoles, 9 de marzo de 2011

-Grítame.
- ¿Qué?
- Lo que has oído, grítame, fuerte, muy fuerte. Grítame todo lo que no quiero oír. Todos mis defectos, las cosas que no soportas de mí. Enfádate conmigo, dime que soy una niñata mimada y quejica, que a ver si un día maduro. Dime todo eso que la gente no le dice a los demás, dime lo que verdaderamente piensas de mí. Pero después de eso, hazme un favor, sólo uno. Dime que me quieres, pese a todas las cosas que me has gritado.

lunes, 7 de marzo de 2011

Ahora es diferente.

Pff...
Qué nivel de sobrecarga.
Pero un día te das cuenta. Te das cuenta de que no es verdad, de que el chico mono por el que estabas coladita, aunque mejor sería decir encaprichada, no es por quien estás coladita en realidad. Te das cuenta cuando alguien te pregunta: "Oye, ¿y de chicos qué tal?"; y tú contestas entonces que "como siempre, aunque hay un chico muy mono...". Y es verdad, ese chico será muy mono y todo lo que tú quieras, pero pasa de tí, y te enfadas con el mundo porque piensas "¿qué he hecho mal?", cuando en realidad no has hecho nada, porque ni si quiera has hablado con él, no habéis mantenido una conversación de más de seis palabras. No le importas. Pero te da igual, llegas a casa y te pones a pensar en él... Pero piensas, y te das cuenta de que por él no hay nada, y sin embargo hay un nuevo sentimiento del que tú no tenías ni idea. Y resulta que acabas pensando en otro. Uno que ni te imaginabas que podría estar en esa situación, porque desde el principio fue el típico graciosillo que te pica, que te hace bromas, que habla todo el rato contigo, que en cuanto hablas con alguien él ya está metido en vuestra conversación y acabas por hablar con él y no con la otra persona y además de cosas que no tienen nada que ver, que te cabrea porque es un estúpido, que te saca una sonrisa en cualquier momento, pero que acaba siendo el más maduro, el que más bonita tiene la sonrisa, el que más recuerdas, el más inteligente, el que tiene dos dedos de frente...
Ese chico del que ahora no puedo evitar quitar la mirada. 
Y le odio, porque por su culpa no puedo estudiar ni concentrarme ni ver nada que no sea su sonrisa ni puedo dejar de estar pendiente de él...

martes, 8 de febrero de 2011

Disney.

Estimados padres de familia:
Jasmine tenía una relación con un vagabundo llamado Aladín. Blancanieves vivía con 7 hombres. Pinocho era un mentiroso. Robin Hood era un ladrón. Tarzán caminaba sin ropa. Un desconocido le dio un beso a la Bella durmiente y ella se casó con él. Cenicienta se escapó por la noche para ir a una fiesta.
Conclusión: No se nos puede culpar.

jueves, 6 de enero de 2011

¿Princesas?

Siempre me han dicho que las princesas no lloran, que nunca están mal, que jamás dejan de sonreir, que no tienen miedo a nada.
Que son valientes... Golpe tras golpe, asalto tras asalto, debes seguir en pie. Caer está permitido, levantarse es obligatorio.
Una lucha sin fin, un principio sin final. Cuentos y absurdas mentiras, relojes sin cuerda para no pensar. Guardar los momentos en cajas sin embalar: ponerles un nombre, una fecha y un lugar.
Recordar, echar de menos, no olvidar.
Melodías tristes recuerdan ese ayer tan especial. Melodías alegres olvidan que el presente ya no es igual. Un corazón que ya no baila, que no siente el tic tac.
Un viaje a ningún sitio, sin fecha de caducidad. Cansada de chicos malabaristas, que juegan con los corazones. El mismo circo, el mismo payaso y las mismas funciones.
Que pueden consegir lo que quieran.
Siempre me han dicho que yo era una pequeña princesa pero... no lo soy. No lo soy porque yo si que lloro y también estoy mal. No sonrío siempre y tengo miedo a muchas cosas. Jamás me gustaron las princesas. Quizá sea porque ellas representan todo lo que yo no soy y todo lo que la gente ve bien. Suelo llevar la contraria al mundo entero. Lo sé. Puede que sea la chica mas complicada que exista en el mundo. No lo puedo negar, pero... jamás en mi vida he intentado ser algo que no soy. No soy una princesa y no quiero serlo. No espero que todo me salga bien. No creo en los principes azules que son capaces de cambiarte la vida en un abrir y cerrar de ojos.
Sólo conozco sapos y ranas que siempre terminan haciéndome daño.
No creo en palacios de cristal ni en besos de ensueño. No creo en nada porque todo es irreal. Ahí fuera las cosas no son como parecen. Hay personas increíbles y otras que es mejor tener lejos. Hay momentos inolvidables y otros que desearias borrar de tu mente.
No existe un equilibro entre el bien y el mal. Los malos siempre ganan y los buenos siempre pierden.