miércoles, 31 de agosto de 2011

Que nada cambie.

Abres el armario, y en lo primero que te fijas es en esa camiseta. Quizá no es la más bonita, ni la más nueva. No te la pondrías para salir de fiesta y tus amigas nunca te pedirían que se la dejes. Puede ser, pero es tu camiseta preferida. En lo primero que piensas en verla es en que te la quieres poner hoy sí o sí. Pero al sacarla del armario ves que tiene una mancha. Mierda... Habías quedado hoy y te la querías poner. Pero de repente piensas en lavarla, la coges y echas a correr hacia la lavadora. Te cagas en todo, no queda detergente. Piensas en ir rápido al supermercado y comprarlo, te has empeñado en que te la quieres poner hoy y lo harás. Llegas al supermercado y ves que está cerrado por vacaciones. Da igual, vas a otro, aunque esté en la quinta puñeta.
Recorrerías medio mundo para conseguir a ese chico... Digo, camiseta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario