miércoles, 5 de octubre de 2011

Algo está fallando.

Con el tiempo te das cuenta, de que si estás triste, no es porque te falta alguien. Ese alguien es sutituible, todos lo somos. Nada es eterno, ¿a quién queremos engañar? ¿Siempre? La palabra mentira. Nada es para siempre. Todos acabaremos con el mismo término: muerte. Pero yo no quiero hablar de muerte, de vida, de amor.
Yo quiero hablar del espejo, de tu otro yo. No hacen falta muchos amigos, ni dinero, ni suerte. Te haces falta tú. Tu confianza, tu seguridad, tu autoestima, que no te traicione el subconsciente. Ríe por lo que eres, no llores por lo que no.
Que fácil escribirlo, que difícil cumplirlo.

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