jueves, 22 de septiembre de 2011

Con el vestido más corto que tenga...

Desfasar totalmente. Llegar a tu lado con un contoneo increíble de caderas y sin mirarte ni lo más mínimo. Hoy mando yo y las normas no existen, susurro al pasar por tu lado. Y tú, haciendo que no te importo, haces que no me has visto. Pero una sonrisa se dibujó en tu cara, tal vez pensabas que el vestido me sentaba estupendamente. Me mirabas cuando bailaba con aquel chico tan mono, cuando pedía otra, cuando se escuchaba mi carcajada hasta en la luna. Me viste tan cambiada, tan diferente a la de antes, tan genial, tan tú, que lo único que se te pasaba por la cabeza a lo largo de toda la maldita noche era lo imbécil que habías sido al dejarme escapar. Yo seguí jugando a ser otra persona. Otros se mueren por saber a que saben mis besos, y tú lo sabes.

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