viernes, 15 de abril de 2011

Riéte, que la vida es muy puta.

Sabes que las promesas son sólo palabras, y que como tales, se las lleva el viento. Pero por alguna razón, decides volver a confiar. ¿Por qué no? Te preguntas, si ya ha pasado cierto tiempo. Da igual el tiempo que pase. Las promesas no sirven para nada. Así que puedes tragártelas, porque yo no me voy a quedar con ellas, es algo que tengo muy claro.
Mira que he conocido gente, pero nadie como tú. Has jugado a tres bandas. A TRES. Y mientras tú te diviertes, dos personas son las que lo pasan mal. Quizá más una que otra, no te lo voy a negar. Quizá consiste en pensar un poco antes de actuar. Pensar un poco en los demás, quiero decir, no sólo en ti.
Si juegas a tres bandas, dos personas sufren, capullo.

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