sábado, 30 de abril de 2011

IMY.

Podía sentir tus latidos. Y podía oír sutilmente tus suspiros. Y yo eso no lo cambio por nada...


lunes, 25 de abril de 2011

Sueños.

- ¡Oye! ¿Puedes dejar de seguirme?
+ No, no puedo. Lo siento.
- Ah, y eso ¿por qué?
+ Porque mis padres me enseñaron a perseguir mis sueños.

domingo, 24 de abril de 2011

No te fies del reloj.

Cerrando los ojos, se apaga el universo, pequeño telón, para tan inmenso escenario. Te falta algo... ¿Te sientes sola? No importa, pues un corazón grande, se llena con poco.
La soledad comienza, tus ojos se cierran, la soledad comienza. Sufrir es el modo de estar activo sin hacer nada. Emborracharse no sustituye la falta de compañía, pues de soledad te llenas, conforme la botella se vacía. Da igual cervezas que cubatas, beber alcohol no es malo, peor es el agua, que si no la bebes te mata. Dejé de contar ovejas para poder dormir y hoy cuento los defectos que me quiero corregir. ¿Por qué fiarse del reloj si cada vez que lo miras señala una cosa distinta? Intimidad necesitamos todos. Millones de personas en la tierra y todavía hay quien pasea aislado por las calles en pleno día.

jueves, 21 de abril de 2011

Fuera directrices.

Hoy pasan muchas cosas por mi cabeza. Hoy, y todos los días desde hace mucho. O quizá poco, no lo sé. El tiempo ha perdido significado desde que se paró mi reloj.
Te das cuenta de que algo ha cambiado, de que ya no tienes lo que necesitas y más ansías, de que no eres feliz. No como antes. Miras atrás y te das cuenta de todo. Ves las mentiras y te duelen las palabras. Ves que no había nada y mucho, todo a la vez. Y duele tanto que quieres hacerte daño, pero ¿de qué valdría? Te dices. Estás tan dañada por dentro que dudas si podrías sufrir más.
No sé qué es lo correcto. Sinceramente, eso nunca me ha importado, ni me importa ahora. No quiero hacer lo correcto. No quiero que mi vida siga unas directrices. Quiero ser feliz y si en algún momento me equivoco, conllevaré las consecuencias como mejor me salga.
Sacaré mi mejor sonrisa y haré creer al mundo que es de verdad. Como hasta ahora...

lunes, 18 de abril de 2011

Lo más insignificante, tiene su valor.

Aún la recuerdo. Era una niña valiente, sin miedo a nada; reía por todo, le gustaba la buena música y odiaba a las niñatas de hoy en día.
Está sufriendo y, sin embargo, aguanta todo peso que se le eche encima. Aún recuerdo esa sonrisa tonta al hablar de él, y recuerdo también la soltura que él tuvo para hacerla daño. Recuerdo como dejó de respirar mientras me lo contaba, la sensación de ahogo que la producía cada palabra; cómo lloró, se desahogó, gritó y volvió a llorar. Recuerdo que no la dejé esconderse tras su máscara. La dejé que le insultara, que le dañase con todas sus fuerzas en su pensamiento; pero no la dejé llamarle, porque eso la haría más daño al día siguiente.
Recuerdo haberla dicho que el tiempo cura las heridas y cómo su carita de niña se tornó diferente al escuchar esas palabras. Ella mejor que nadie sabe que el tiempo no cura nada, que lo único que cura es encontrar otra razón por la que sonreír día a día.
Por una vez encontró esa razón. Y de pronto, se esfumó.

domingo, 17 de abril de 2011

Paseo.

Puto niño, me tiré todo el día pensando en él. Aagg, que rabia. No me apetecía nada más que conocerle. Bueno ¿y a quién no le gustaría? Cuando quise darme cuenta, estaba sonriendo y me había puesto roja. Aún sonriendo negué con la cabeza. "Lo que puede llegar a conseguir un niñato. Y ni siquiera está aquí." Pensé en lo que sabía de él. El día anterior vi su nombre en la camiseta azul que llevaba. Bueno también tenía un culo precioso. Y unos ojos. . .Y unos labios que madre mía.
Joder, no sabía nada de él. Excepto que me gustaba demasiado.
No estaba planeado que mi paseo estaría dedicado para él. Quería pensar en mis cosas, en aclarar mis ideas, y mira por dónde, estoy pensando en él. ¿Por qué no puedo reprimir ésta absurda sonrisa? ¿De verdad me importa tanto? Quiero pensar que no, porque mañana ya no le veré más. Quizá nunca más. . .
- Hola.
Joder que susto. Me doy la vuelta para ver quién es.
- . . .
"Oh no." Casi se me salen los ojos. Momento de pánico. "¿Y ahora qué?"
- Ho. . .Hola.
Dios, de cerca es muchísimo más guapo.
- ¿Qué tal?
- Bien.- Joder, ¿quién iba a decir qué me le encontraría justo ahora? "Venga, no pierdas los nervios" - ¿Y tú?
- Bien también, gracias. - Me dice sonriendo.
No me lo creo. Que pedazo de sonrisa. "Chaval, me encantas." No, eso mejor no lo digo. Aagg, de nuevo e sa absurda sonrisa aparece en mis labios.
- Bonita sonrisa.
No me puedo imaginar la cara que se me ha quedado al decirme eso. Hacía mucho que no sentía esto. Así que, paso de todo y me dejo llevar. Él empieza a caminar y yo le sigo. No sé porqué ni cuándo lo decido. Pero el caso es que llegamos a una explanada verde. Uno de esos sitios que me encantan. Me coge la mano y me lleva debajo de un árbol. Soy incapaz de pensar en nada. Ahora él ocupa todos mis pensamientos. ¿Ocuparé yo los de él?
- Oye, no sé por dónde empezar. Antes te vi en la fiesta y. . . bueno, quería conocerte.
- ¿Me has seguido?- le pregunto extrañada.
- Más o menos- confiesa mientras sonríe.
- Tu sonrisa si que es bonita. -¿Eso lo he dicho yo? Dios, quiero morirme de vergüenza. Me he vuelto a poner roja. Esto no puede seguir así.
- Hahaha, creo que no tanto como la tuya. ¿Por cierto, cómo has dicho que te llamas?
- No lo he dicho. -Intento reprimir una sonrisa, pero no lo consigo y miro hacia abajo riéndome.
Se ríe conmigo.
- Pues me encantaría que me lo dijeras.
Después se acerca a mí. Lentamente. Me coje de la cintura. Bajo la cabeza mordiéndome el labio inferior.
- Me llamo Lucía.
- Un nombre precioso. -Me dice.
Me coje de la barbilla y me sube la cabeza. Le sonrío. Y me da igual todo. Quiero pensar por una vez en mí. Me lo merezco. Siento como sus brazos, alrededor de mi cintura, me acercan más a él. Y yo le paso los brazos por el cuello.
Y entonces, me besa.

- Te necesito. + ¿A mí y a cúantas más?

sábado, 16 de abril de 2011

El tiempo no cura nada.

¿Qué día es hoy?
Que más da. Sólo es otro día sin él, otro de esos insoportables días sin su sonrisa, sin oír su voz, sin sus abrazos, sin sus miradas...
Sólo es otro día perdido, contando los segundos, minutos, horas, días, meses que faltan para vernos; otro día en que mi pensamiento no está aquí, está allí, con él.
Sólo sirvo para echarte de menos.

viernes, 15 de abril de 2011

Riéte, que la vida es muy puta.

Sabes que las promesas son sólo palabras, y que como tales, se las lleva el viento. Pero por alguna razón, decides volver a confiar. ¿Por qué no? Te preguntas, si ya ha pasado cierto tiempo. Da igual el tiempo que pase. Las promesas no sirven para nada. Así que puedes tragártelas, porque yo no me voy a quedar con ellas, es algo que tengo muy claro.
Mira que he conocido gente, pero nadie como tú. Has jugado a tres bandas. A TRES. Y mientras tú te diviertes, dos personas son las que lo pasan mal. Quizá más una que otra, no te lo voy a negar. Quizá consiste en pensar un poco antes de actuar. Pensar un poco en los demás, quiero decir, no sólo en ti.
Si juegas a tres bandas, dos personas sufren, capullo.

miércoles, 13 de abril de 2011

Imperativo.

Siente. Piensa. Valora. Recapacita. Besa. Duerme. Vive. Brilla. Agradece. Quiere. Sueña. Canta. Grita. Baila. Juega. Ríe. Experimenta. Reacciona. Salta. Mira. Vuela. Dí.

martes, 12 de abril de 2011

Y que me mires...

+ ¿Te digo una cosa?
- Dime.
+ Ahora mismo haría un pacto contigo.
- ¿Ah sí? ¿Cuál?
+ Te lo entregaría todo.
- ¿En serio? ¿A cambio de qué?
+ De que me mirases.

lunes, 11 de abril de 2011

Por favor.

Desearía poder dar marcha atrás en el tiempo y detenerme en vilo en aquel momento. En un mágico y terrible equilibrio. Hace tiempo descubrí que es verdad eso que dicen de que "el amor lo encontrarás en alguien en quien nunca te fijaste, pero que siempre estuvo ahí". Si te soy sincera, al principio no me dí cuenta de nada. Pero el tiempo causa muchos estragos. Poco a poco me doy cuenta de que todos esos pequeños detalles, esas miniedades, quiero hacerlas mías, quiero que sean sólo para mí. Quiero que entiendas que, probablemente, todo eso que tú sientes, lo siento yo también. Pero quizá también me gustaría que entendieras que a veces nos puede el miedo; a ser un juego, a no saber lo que se quiere, a no saber la respuesta del otro, a la gente.
Y quizá procedamos de mundos diferentes como dice la gente. Pero, en realidad, a mí eso me da igual. Ellos eligen su vida, ¿por qué no iba a hacer yo lo mismo? ¿Es que acaso importa lo que digan o lo que piensen? Es a mí a quién le tienen que revolotear mariposas en el estómago, y por tanto yo sabré quién quiero que me las cause.
Es verdad, tienes tus momentos raros. Como en uno de esos sueños en los que no sueñas, suspiré cuando apartaste tu mirada. Llevaba esperándolo demasiado tiempo... Pero me sobraron los miedos e inseguridades. Por eso el que busque en tus palabras una razón para mandarlo todo lejos, para tirar por la ventana el que dirán.
Pero júrame que eres más que un sueño.

domingo, 10 de abril de 2011

I miss you today.

Estoy echando de menos todo eso. El tacto, los gestos, tu fragancia... Tengo guardadas todas tus miradas, todos tus malditos roces, el sonido de tu voz, los besos prohibidos, los abrazos prometidos y el recuerdo de cuando me cogiste la mano y no me quisiste soltar...
Consigues que te odie, por alguna buena razón.

sábado, 9 de abril de 2011

Solo una palabra.

Ya sé que hubieras preferido un beso. Porque yo también.
Y hubiera preferido que me llevaras en la maleta, o al cielo, que sé que lo prefieres. Y no sé si me echas de menos, pero yo a ti sí. Y lo admito, aunque no me guste, porque no sé cómo va a acabar esto. Que sepas que estoy esperándote, y a tus abrazos prometidos también, romántico.

jueves, 7 de abril de 2011

Me encantas.

En realidad, soy transparente. Descubrirías que me gustan los pequeños detalles. Y si abrieras el primer cajón de mi escritorio, entenderías todas aquellas cosas que quedaron por decir, e incluso si te atrevieras a abrir el armario blanco de la cocina, sabrías que me encantan las galletas tostarica. Puede que si cogieras mi reproductor de música entendieras la banda sonora de mi vida, e incluso es probable que si un día miraras la papelera de mi habitación, te asustaras al ver todos los gritos que he callado. Pon el ojo en mi cámara y mira el mundo a mi manera. Ve, coge mi álbum de fotos y sabrás de qué hablo, cuando digo que no podría vivir sin mis recuerdos.
Me encanta andar descalza por casa. El olor del mar y el de un bote de cola cao recién abierto. Dibujar castillos de arena en el aire mientras piso muy fuerte el suelo. No digo todo lo que pienso pero hace tiempo que dejé de pensar todo lo que digo. Me gusta descubrir canciones nuevas, la compañía de alguien y las ciudades nocturnas vistas desde las alturas. Me encanta beber cosas que estén frías por eso del escalofrió que después te recorre hasta los dedos. Buscar miradas entre los ojos de la gente. Me encanta abrir mi caja llena de momentos y que se me ponga la piel de gallina al recordarlos. Coleccionista de instantes que te dejan sin aliento. Me encanta que me regalen una sonrisa.

miércoles, 6 de abril de 2011

No es real. Nada lo es.

¿Alguien ha visto su sonrisa? No, supongo que no. Ni tampoco esa manera de guiñar un ojo. Ni tampoco la cara de cabreado cuando algo le molesta. Ni siquiera han escuchado el sonido de su risa. Supongo que es estúpido. Pero sonreír sólo por escuchar su voz a lo lejos es de lo más ridículo. ¡Ah! Seguro que tampoco se te ha pasado por la cabeza pensar cómo huele... En fin, no tengo nada que decir a eso. Me mata. Porque no te das cuenta de que está ahí y de repente te llega su olor, te giras, le miras y te preguntas qué ha hecho. Supongo que lo de todos los tios. Siempre es igual. Al final lo único que quieres es oler su olor por todas partes, ver su sonrisa en cualquier momento, escuchar su voz dónde sea...

martes, 5 de abril de 2011

Una sonrisa.

Tengo siete millones novecientos treinta y tres mil doscientos veintidós defectos, ocho caras diferentes, mil cambios de humor diarios, ciento sesenta y cinco centímetros de altura, un millón de cicatrices, una mala ostia que lo flipas, cuatro amigos de verdad y una sonrisa de oreja a oreja, provocada por ti.

lunes, 4 de abril de 2011

Si, tú.

+ ¿Puedo preguntarte algo?
- Claro.
+ ¿Yo te dejo sin oxígeno?
- Mira, tú a mí, me dejas sin oxígeno, sin hidrógeno y sin toda la puta tabla periódica.

domingo, 3 de abril de 2011

Nunca me importó.

Hoy pasan muchas cosas por mi cabeza. Hoy, y todos los días desde hace mucho. O quizá poco, no lo sé. El tiempo ha perdido significado desde que se paró mi reloj.
Te das cuenta de que algo ha cambiado, de que ya no tienes lo que necesitas y más ansías, de que no eres feliz. No como antes. Miras atrás y te das cuenta de todo. Ves las mentiras y te duelen las palabras. Ves que no había nada y mucho, todo a la vez. Y duele tanto que quieres hacerte daño, pero ¿de qué valdría? Te dices. Estás tan dañada por dentro que dudas si podrías sufrir más.
No sé qué es lo correcto. Sinceramente, eso nunca me ha importado, ni me importa ahora. No quiero hacer lo correcto. No quiero que mi vida siga unas directrices. Quiero ser feliz y si en algún momento me equivoco, conllevaré las consecuencias como mejor me salga.
Sacaré mi mejor sonrisa y haré creer al mundo que es de verdad. Como hasta ahora...

sábado, 2 de abril de 2011

La tuya.

Son las putas 2 de la mañana. ¿Puedo saber qué haces levantado a estas horas? I mean, yo también lo estoy, vale, pero tengo excusa. Espero que tú la tengas también. Y espero que sea la excusa que quiero oír de tus labios. Sí, estaba pensando en tí. ¡Oh! ¿En serio? ¡No me digas! ¡Yo también...! Bobo. Cuento con tu sonrisa, no lo olvides.

+¿Te molesta que sea feliz?
-No, en absoluto, lo que me molesta es que lo seas sin MI.