martes, 31 de mayo de 2011

Como siempre he hecho.

Creo que es lo mejor. Yo estoy apostando por algo que me importa, que me importa de verdad. No me preguntes ni el como ni el porque, pero cada día aumenta esta sensación que recorre todos y cada uno de los poros de mi piel y me provoca un cosquilleo... Imposible de controlar. Todos los problemas se reducen a uno, todos mis objetivos se reducen a uno, todos mis pensamientos se reducen a uno, el común denominador, y ese eres tú. Sólo necesito un empujoncito, una mirada, una palabra tuya que me de la fuerza suficiente para recorrer mi camino, ese que me lleva hacia ti. Tan solo déjate querer y te darás cuenta de que estoy ahí por ti, que merezco la pena. No te cierres en primeras apariencias, porque creéme, voy a luchar por lo que quiero. Hasta el final.

lunes, 30 de mayo de 2011

¿Cómo no iba a hacerlo?

- Oye, cuídamele ¿eh?
~ Claro, no lo dudes.
- Pero... ¿de verdad, vale?
~ Que sí, que yo te le cuido, de verdad. Te lo prometo.

domingo, 29 de mayo de 2011

Puedo hacerlo.

De verdad. Puedo acostumbrarme a ti, no me supondría ningún esfuerzo, es más, lo haría encantada. A tenerte a mi lado. A esas cosas bonitas. Podría acostumbrarme.

sábado, 28 de mayo de 2011

Siendo sincera...

No sé ni cómo empezar ni cómo seguiré esto. No sé si llegaré a continuarlo, pero si quiero que se quede en el papel. Si algún día olvidara las cosas, podría recordar. Porque realmente no olvidamos nuestros recuerdos, simplemente se esconden, y no los podemos encontrar. ¿Quién no ha querido nunca que le escribieran una novela sobre su vida, o escribirla el mismo? Quizá lo deseamos por ser recordados. El ser humano siempre ha tenido la desgracia de pensar que a lo mejor nuestra razón de estar aquí, no es para nada. Que nacemos y vivimos para morir. Sólo algunos privilegiados tienen el honor de ser recordados, aunque a veces no por largo tiempo. Pero mi pregunta es, ¿sirve realmente para algo que seamos recordados? Teóricamente si estamos muertos, no nos beneficiaremos de ello. Y si eres “famoso” en el presente, tampoco lo veo como algo que al final sirva, porque sólo se quieren meter en tu vida, o quieren algo de ti y te utilizan. Y al final, casi todos, aunque sea en nuestro último segundo, comprenderemos lo que nos atormenta desde el primer soplo de aire.
El ser humano ha sido complejo desde el primer día. Hemos logrado perdonar, pero nunca olvidar. Y siempre me preguntaré hasta el día que lo entienda, ¿por qué no perdonamos? Si el ser humano no es perfecto y comete errores, ¿por qué nunca logramos perdonar aquellos errores si entendemos que tenemos derecho a cometerlos? Nadie es perfecto. ¿Pero cuál es el ideal de ser perfecto? O de otra manera planteada, ¿qué es ser perfecto? Normalmente, opinamos que no existe lo perfecto, que es algo que no llegaremos (nosotros) a conocer, que se escapan de nuestras actitudes (ahora o siempre). Pero, puede que la respuesta esté en frente, que no haya que dar más vueltas al asunto. Las imperfecciones pueden ser las cosas más perfectas que hay. La vida ni es un día ni dos, es un momento. Un momento que se pasa rápido, cada vez más. Recuerdo que cuando era pequeña, 10 minutos eran todo un mundo, y ahora mis 10 minutos no dan para casi nada. Cada vez el día se me pasa más deprisa, incluso cuando estoy de vacaciones y me aburro. Pero pese al poco tiempo, logro encontrar huecos para mi. En esos momentos, es cuando puedo llegar a vivir. Soy de las que suele recordar momentos de mi vida con facilidad, desde los más tristes, hasta los más alegres. Pero, ¿qué es lo que hay que recordar? ¿Momentos que pasaron, que ya se hicieron y de los que ya habíamos pasado? ¿Es eso lo que tenemos que recordar? Para mí, si hay algo que recordar. Es verdad que lo que está hecho, hecho está, y recordándolo, ni lo reviviremos, ni lo cambiaremos. Pero no podemos dejar el pasado para completar el futuro, porque el gran error del ser humano es ese: olvidar el pasado. Y así, sólo se consigue volver a caer en los mismos errores, así nunca se aprende. Creo que, a veces miramos hacia atrás, porque hay momentos que nos sentimos solos. O momentos de los cuales tenemos miedo. Pero, es un camino, y un simple camino, prestándole atención, no es peligroso. La verdad es que, nunca estaremos solos. Ni siquiera muertos lo estaremos. ¿Pero por qué tanto temor? Quizá porque somos una hormiga en una gran tempestad. Una hormiga que puede creer en ciertas cosas, pero no ver todo lo que pasa a su alrededor. Solamente se fijará en su objetivo principal, sin mirar a sus espaldas, porque allí estarán todas las demás, ahí para no dejarle solo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

sábado, 21 de mayo de 2011

Tú. Quizá.

Siempre había oído eso de que las cosas prohibidas suelen hacerse demasiado tentadoras, pero hasta hace poco no había sido realmente consciente. Todos crecemos, cambiamos, y, en algún momento, todos dejamos de ser pequeños niños. Ahora, las tentaciones hacia todo aquello a lo que no se me permite acercarme empiezan a ser demasiado fuertes, atrayentes. Y no me refiero a drogas, ni a tabaco. Ni tan siquiera al alcohol…
Hablo de algo diferente, de otro tipo de droga, de otro tipo de adicción, de una atracción distinta.

jueves, 19 de mayo de 2011

Pues así, señores.

Me han enseñado a perseguir aquello que quiero sin importar la distancia hasta la meta, sin importar los baches del camino y me lo he tomado al pie de la letra. La vida me ha demostrado que todo llega aunque no salgas a buscarlo y que cada segundo de la vida es un regalo que tenemos que aprovechar.
No tengo problema en expresar mis sentimientos, soy muy cariñosa, y muy sensible, cualquier cosa, por pequeña que sea, consigue hundirme. Me cuesta confiar en las personas que entran nuevas en mi vida. Tengo muchos amigos, pero los de verdad, se pueden contar con los dedos de una mano.
Se puede decir que soy algo rencorosa, y cuando cometo un error no me gusta caer en lo mismo varias veces, aunque casi siempre lo hago. Me cuesta horrores pedir perdón, pero cuando lo hago es porque lo siento de verdad.

sábado, 14 de mayo de 2011

El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía.

He venido aquí esta noche porque me he dado cuenta de que quiero pasar el resto de mi vida con alguien. Y quiero que el resto de mi vida empiece ya.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Recuérdalo cuando lo necesites.

Siempre estarás segura de tus actos, no te arrepentirás de nada y seguirás hacia delante pase lo que pase, te den los palos que te den, porque en ese momento te darás cuenta de que esas o esa persona por la que habías apostado no se merecía todo lo que por ella habrías dado. Te darás cuenta que es igual al resto y que no tiene nada de especial como estupidamente habías pensado. Habrás tirado por la borda miles de planes y proposiciones tontamente apostando por ella, incluso habrás hecho verdaderas locuras que al fin y al cabo, no van a servirte para nada.
Y por último verás que lo mejor que podías haber hecho desde un principio era seguir hacia delante sin apuestas y sin reglas; seguir hacia delante con la cabeza bien alta y sin mirar hacia atrás. Así es como verdaderamente te das cuenta de quienes son las personas que llegarán a formar parte del libro de tu vida, las que harán que seas verdaderamente feliz a lo largo de tu vida y gracias a los cuales le quitarás importancia a asuntos que realmente no la tienen porque, como alguien me dijo alguna vez, la felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante.
Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día, y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos... Y eso será donde menos te lo esperas, en el instituto, en el supermercado o en mitad de una huída... Y cuando llegas, descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el comienzo de otro... Y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado, lo que importa es que estás tocando con la llema de los dedos eso que has estado esperando toda tu vida... Y ya solo importa el hoy, el presente, lo que queda por venir, porque no se puede borrar lo que ya está escrito y porque la vida es eso que te sucede mientras tu tratas de hacer otra cosa.

martes, 10 de mayo de 2011

Siempre una razón.

Es imposible, dijo el orgullo.
Es arriesgado, dijo la experiencia.
No tiene sentido, dijo la razón.
Pero intentémoslo, susurró el corazon.

lunes, 9 de mayo de 2011

Que la noche está más cerca.

No quiero un chico normal, no quiero prototipos. Quiero un niño que cada día lo viva como el primero, que no se vaya la ilusión... No quiero un capricho. Quiero que me recuerde cuando huela mi perfume, que para él sea única, pero que pase lo suficiente de mí.
No quiero regalos, quiero detalles. No busco la perfección, me gusta luchar. Quiero noches locas, días en los que escaparnos solos sin preocupaciones. Quiero aventura, pasión. No me gusta la rutina, no me gusta dar explicaciones. Que sólo me diga te quiero cuando lo sienta. Quiero un niño que le guste la fiesta, pero que le haga falta estar conmigo. Me gustan los consejos, pero no que decidan lo que debo hacer.
No quiero que renuncie a los amigos por mí, ni ser su prioridad. Quiero tener algo por lo que luchar, algo por lo que alegrarme, algo por lo que llorar, una excusa para hincharme a galletas y helados. En definitiva, no quiero llegar a la meta, no busco el final, no pienso en el mañana, más cerca está la noche.

domingo, 8 de mayo de 2011

Yo lo hice.

Siempre tuve presente la idea de que cuando algo te importa de verdad tienes que dejarlo ir; si vuelve es porque realmente te pertenece; si no, nunca te perteneció.

sábado, 7 de mayo de 2011

Soñar.

Tiendo a ser obsesiva, muy obsesiva. A veces tímida y bastante inestable. Soy bipolar, a veces dependo de otras personas y casi siempre lucho por lo inalcanzable. Soy de esas que en vez de usar las esquinas, las hinundan. Suelo parecer estúpida. Suelo pensar en frío, en caliente me equivocaría, de echo, no sería nada sin mis propios errores. Sin errores no habría acciones correctas, ni simplemente bien interpretadas. Soy una persona en la que se puede confiar. Suelo dar los sueños por posibles cuando ni siquiera han tenido luz propia. Suelo ser la que accede a más, la que se conforma con poco, y la que si se enamora, se enamora de verdad. La que lleva impaciencia por segundo nombre y la que no deja las ilusiones a mitad de camino. Suelo ser la que arriesga y pierde, con tal de aprender.

martes, 3 de mayo de 2011

Exactamente igual.

Normalmente me contradigo en todos mis escritos. Los que hoy son blancos mañana serán negros. Pero son esas contradicciones las que me hacen especial. No tengo ideales fijos. No tengo sentimientos fijos. Soy cambiante.
Soy igual a todo lo diferente.